Explora al amanecer la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde con Ocotea Tours & Transfers, y justo en ese instante mágico antes de que la neblina se desvanezca, podrías toparte con algo fuera de lo común: ranitas de ojos rojos que relucen como el rocío, colibríes que parecen flotar iluminados en el aire o diminutos perezosos suspendidos en copas de árboles imaginarias. No se trata de avistamientos reales, sino de las maravillosas obras de Ángel Castellanos.
Fauna Glass representa el espíritu de una familia unida por el arte. Padre e hijo, ambos llamados Ángel Castellanos, son los artesanos detrás de estas exquisitas esculturas, y trabajan junto a Marianela, socia del proyecto, gerente de ventas y, a la vez, esposa y madre de los “Ángeles”. Marianela es quien gestiona las tiendas familiares ubicadas en Santa Elena. Juntos, fusionan la tradición del vidrio soplado con la magia natural del Bosque Nuboso de Monteverde.
Es posible que te cruces con Ángel (hijo) temprano en la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde, donde suele mostrar en vivo el arte del vidrio soplado, haciendo surgir pequeñas criaturas llenas de vida. También podrías encontrarlo, junto a su padre, en su taller en Santa Elena, justo a la derecha de la iglesia, modelando con maestría hongos, ranitas y quetzales.
“Lo más bonito es cuando alguien ve una pieza y dice: ‘¡Acabo de ver esto en el sendero!’”, comenta Ángel (hijo). “En ese momento deja de ser un simple recuerdo; se convierte en parte de su experiencia en Monteverde.”
La historia de Fauna Glass, como la de Ocotea, tiene raíces profundas. Tres generaciones atrás, en San José, Ángel (padre) aprendió el oficio del vidrio soplado de manos de su padre. En la década de los noventa, fue invitado por el Centro Científico Tropical a presentar su arte en la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde. Aquellas visitas esporádicas pronto se convirtieron en una pasión que terminó marcando el rumbo de su vida.
Al inicio de su carrera, Ángel (padre) se dedicaba principalmente a crear nacimientos y animales de granja en vidrio, pero su llegada a Monteverde lo cambió todo. El bosque pronto se convirtió en una fuente de inspiración compartida entre padre e hijo.
Fue en 2005 cuando la familia se estableció en Santa Elena y dio vida a Fauna Glass. Desde entonces, padre e hijo han desarrollado estilos propios y han elegido sus temas predilectos. Ángel (hijo), que empezó a trabajar con el vidrio desde niño, se incorporó de lleno al proyecto familiar después de cumplir 18 años y concluir la universidad.
“Me encanta crear piezas inspiradas en la naturaleza, especialmente sobre especies poco conocidas, como los hongos”, comenta. “Son fundamentales para el ecosistema, y en particular para los de Monteverde. Quiero generar conciencia y ayudar a que la gente aprecie su belleza y valor”.
Las piezas de Fauna Glass se crean con vidrio de borosilicato, un material extremadamente duradero, conocido por su uso en laboratorios y en utensilios de cocina como las fuentes Pyrex. A diferencia del vidrio común, resiste muy bien el calor sin quebrarse ni deformarse. Para lograr los colores, la familia Castellanos utiliza pequeñas cantidades de metales como plata, oro, manganeso y hierro, que aportan tonalidades únicas a cada obra.
Colibríes de colores intensos, perezosos tranquilos, serpientes enrolladas, cada figura es moldeada a mano, guiada por la llama y la gravedad, y luego enfriada e inspeccionada con atención para garantizar su calidad y pureza. El resultado combina realismo con expresión artística: cada extremidad, cada ala, cobra vida gracias a una técnica precisa y un cuidado profundo.
“No queremos simplemente hacer objetos bonitos”, afirma Ángel (hijo). “Queremos tocar a las personas, crear un vínculo, un recuerdo. Queremos que revivan lo que sintieron en Monteverde y comprendan lo importante que es protegerlo”.
Su material encierra una poesía silenciosa. El vidrio, como la naturaleza, combina fuerza y fragilidad. Un paso en falso puede hacerlo añicos, pero el cuidado puede conservarlo intacto por años. La familia Castellanos ve en su trabajo una manera de honrar ese equilibrio delicado y de invitar a quienes visitan Monteverde a reflexionar sobre lo que debemos proteger.
Desde el principio, Fauna Glass ha integrado la conservación como parte esencial de su labor. Su día a día está profundamente conectado con el cuidado del bosque y el compromiso ambiental, en especial por su vínculo cercano con la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde. Además, consideran que su trabajo en vidrio puede despertar conciencia e impulsar el cambio.
“No se trata solo de arte, sino de transmitir un mensaje”, comenta Ángel (hijo). “Queremos que cada persona se lleve algo que le haga recordar lo que vio aquí, y lo valioso que es”.
Monteverde ha sido, por generaciones, un refugio para artistas: pintores, artesanos de la madera, ilustradores y bailarines atraídos por su entorno natural y su fuerte sentido de comunidad. Fauna Glass es parte de esa herencia cultural, con obras hechas a mano que rinden homenaje a la biodiversidad y fortalecen los medios de vida locales.
Monteverde es especial. La inspiración brota en cada rincón. Y ya sea como artistas o como viajeros que aman la belleza, todos queremos devolverle algo al lugar que nos ha dado tanto.
Fauna Glass cuenta con tres ubicaciones: dos tiendas conectadas en el centro de Santa Elena (justo a la derecha de la iglesia) y una presencia diaria en la tienda de la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde, donde muchas mañanas se pueden ver demostraciones en vivo de soplado de vidrio.
En Ocotea Tours & Transfers queremos que disfrutes la experiencia completa: agenda un recorrido privado al amanecer por la Reserva del Bosque Nuboso de Monteverde, descubre fauna silvestre entre la neblina y maravíllate con la demostración en vivo de Ángel, dando forma al vidrio con maestría. Después, visita Fauna Glass (en cualquiera de sus dos ubicaciones) y elige una pieza que capture tu recuerdo más especial del bosque nuboso.
Recuerda: al llevarte una pieza de Fauna Glass, no estás comprando solo algo hermoso. Estás llevando contigo un pedacito de la magia de Monteverde, nacida del fuego, trabajada con manos expertas y pensada para durar. Estos recuerdos con propósito ayudan a preservar los valores de conservación, la cultura local y la belleza natural que hacen de este lugar algo verdaderamente extraordinario.