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Café en Costa Rica: historia detrás de cada taza

Café en Costa Rica: historia detrás de cada taza

En Costa Rica, el café no es solo una bebida: es parte de su historia, su cultura y su día a día.

Es el motivo perfecto para hacer una pausa, conversar y dejar que el tiempo fluya con calma. Es abrir la puerta al vecino, o recibir a un viajero como si fuera un viejo amigo. Ya sea en una mañana brumosa de Monteverde o por la tarde acompañado de un pastelito, el cafecito tiene un lugar especial en el ritmo y el corazón de la vida diaria en Costa Rica.

Cuando conoces la historia de nuestro “grano de oro” y acompañas su viaje desde la tierra hasta tu taza, el café de Monteverde revela matices aún más intensos y significativos.

 

El café como parte de la cultura

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Aunque el café llegó a Costa Rica a finales del 1700, fue a mediados del 1800 cuando realmente cambió el rumbo del país.

Al comenzar su vida como nación independiente, primero con la separación de España en 1821 y luego con el rompimiento de la República Federal de Centroamérica en 1838, Costa Rica vio cómo sus familias empezaban a sembrar café en los patios y en las fincas de montaña. Las exportaciones de este grano financiaron la construcción de caminos, líneas ferroviarias y hasta el elegante Teatro Nacional, ganándose el apodo de “grano de oro”. Para principios del siglo XX, el café ya era mucho más que un cultivo: era parte esencial de la identidad y la rutina diaria del país.

Hoy en día el café de la mañana y el cafecito de la tarde conservan su carácter sagrado. Son esos pocos momentos en los que el tiempo se detiene y todo gira en torno al placer de compartir. Para muchos padres, es la hora esperada para conversar con sus hijos ya adultos. Para otros, es la excusa perfecta para sentarse con un vecino, un amigo o hasta con alguien que recién conoce, y dejar que el café abra paso a la conversación.

Es ese impulso que necesitas al comenzar el día y la pausa reconfortante al llegar la tarde, aunque esta segunda es mucho más sobre conexión que sobre cafeína. Negarse a tomarlo en casa de alguien no se interpreta como rechazar una bebida, sino como rechazar un gesto, un momento de cercanía y conversación.

 

Cinco regiones, cinco sabores: el mapa del café en Costa Rica

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Desde valles frescos en las montañas hasta laderas volcánicas ricas en nutrientes, las mejores regiones cafetaleras de Costa Rica ofrecen paisajes únicos y condiciones ideales para producir café de la más alta calidad. Cada zona tiene su propia combinación de suelo, altitud y microclima. Desde 1989, el país apostó por la excelencia al prohibir el cultivo del café Robusta y concentrarse únicamente en la variedad Arábica, conocida por su sabor superior.

Estas son las cinco regiones que dan vida al café costarricense:

  • Tarrazú y Los Santos: ubicadas en el corazón montañoso del país, estas zonas destacan por producir cafés de gran altitud, con acidez viva y matices cítricos que encantan a los paladares más exigentes.
  • Valle Central: con altitudes que van de medias a altas, esta región ofrece cafés suaves, balanceados y con cuerpo. Es aquí donde nace el perfil clásico del café costarricense, ideal para quienes buscan una taza armoniosa y fácil de disfrutar.
  • Tres Ríos: situada al este de San José, esta pequeña y exclusiva región de gran altitud produce cafés elegantes, de sabor suave y refinado. Su cercanía al volcán Irazú aporta minerales únicos que enriquecen su carácter.
  • Valle Occidental: conocida por sus premiados cafés de altura, esta zona combina un clima ideal con tradiciones cafetaleras bien arraigadas. Sus granos destacan por delicadas notas florales y perfiles aromáticos muy apreciados por expertos.
  • Brunca: ubicada en el sur del país, esta región emergente empieza a ganar reconocimiento por sus cafés de altitud media a alta, que ofrecen sabores redondos, suaves y accesibles. Es una zona prometedora para quienes buscan nuevas joyas del café costarricense.

Pero más allá de las regiones cafetaleras tradicionales, en pleno bosque nuboso, está surgiendo algo extraordinario: el café de Monteverde ha empezado a brillar por su calidad excepcional, su entorno natural incomparable y un perfil de sabor que conquista a quienes lo prueban.

 

Qué hace especial al café de Monteverde

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Aunque no forma parte de las cinco regiones cafetaleras principales oficialmente designadas, los microproductores de Monteverde cultivan café en pequeñas cantidades, lo cual es igualmente excepcional. Crecido a gran altitud y bajo la sombra parcial de árboles nativos, el café de Monteverde madura lentamente, absorbiendo el carácter de su suelo y su entorno.

El clima fresco de nuestro bosque nuboso permite una maduración más lenta del fruto, —sí, es una fruta— lo que intensifica el sabor al darle tiempo a los azúcares y ácidos naturales del grano para desarrollarse por completo. ¿El resultado en taza? Un café con equilibrio, riqueza y profundidad, reflejo fiel del espíritu de Monteverde.

Una taza llena de matices, armonía y una historia que nace de un sitio único. Este rincón del mundo. Nuestro rincón. Y ahora, también el tuyo.

 

Un tour que te conecta con la tierra

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¿Te gustaría descubrir cómo el café viaja desde las montañas hasta tu taza, desde la cereza hasta el grano tostado? Acompáñanos en nuestro Tour de Café, Caña de Azúcar y Chocolate, una experiencia interactiva y auténtica que te conecta con tres de los sabores más representativos de Costa Rica.

Nuestro tour de café en Monteverde te sumerge en el alma cafetalera de la región, donde una cooperativa de más de 20 familias cultivan café de manera sostenible, en armonía con el bosque nuboso que las rodea. La historia se remonta a los años 30, cuando familias pioneras del Valle Central trajeron sus conocimientos y sus semillas a las montañas de Monteverde. Hoy, sus descendientes siguen cuidando esa misma tierra, con orgullo y compromiso, como verdaderos guardianes del legado costarricense.

Durante esta experiencia inmersiva de 2,5 horas, recorrerás los surcos de cafetos sombreados por árboles nativos, entrarás al beneficio para ver cómo se lavan y se secan los granos, y aprenderás cómo el clima, el suelo y la altitud influyen en cada nota de sabor de tu taza. Probarás el resultado: café Arábica recién tostado, con el carácter profundo de Monteverde. Además, podrás preparar dulces tradicionales a partir de caña de azúcar y degustar chocolate artesanal.

Esta experiencia te abre las puertas a un ecosistema circular, donde la naturaleza, la finca y la familia se integran en armonía. En muchas de estas fincas, la mayor parte del terreno conserva su cobertura forestal: la sombra que da sentido al “cultivado bajo sombra”. Es un café con raíces, propósito e historia.

Así es el café de Monteverde: una invitación a hacer una pausa, observar a tu alrededor y saborear toda su historia, una taza a la vez.

 

Regálate un momento para el cafecito

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Hay una razón por la que el cafecito sigue siendo una de las tradiciones más queridas de Costa Rica. No se trata de cafeína, sino de comunidad.

Así que cuando estés aquí, tómate el tiempo. Reserva un tour de café en Monteverde. Conoce a quienes cultivan, cosechan y tuestan el grano con dedicación. Prueba el café en Nectandra con el pan artesanal de Ingrid a un lado. Porque aquí, cada sorbo y cada bocado saben a algo más profundo: saben a conexión.

Y para quienes prefieren la historia en versión fría, no te pierdas nuestro Espresso Martini: una mezcla de vodka, licor de café, espresso y jarabe de vainilla que celebra al grano con un toque atrevido. ¡La mejor manera de saborearlo es al atardecer, en la azotea del Ocotea Boutique Hotel!

Así que adelante, déjate llevar por el momento. Deja que el sabor te envuelva. Conecta con el espíritu, la historia y el significado del café costarricense y de Monteverde. Porque en Costa Rica, el café no es solo una bebida. Es nuestra forma de darte la bienvenida.

 

¿Te animas a vivir tu momento de cafecito?

Reserva el tour de café en Monteverde, saborea tu café por la mañana con el desayuno, y por la tarde, pasa por Nectandra para disfrutar un cafecito junto con los dulces recién horneados de Ingrid. Y por la noche, brinda por la experiencia con nuestro exclusivo Espresso Martini, que captura la esencia del bosque nuboso en cada sorbo.

Nos encantará recibirte y compartir contigo una de las tradiciones más queridas y auténticas de Costa Rica.