
Ceviche, con C de Costa Rica: una historia de tradición, sabor y raíces culturales
Pocas cosas se comparan con ese primer bocado de ceviche costarricense, sobre todo si lo preparan en la cocina del Hotel Ocotea: un estallido brillante de sabores complejos que nacen directamente del mar y la tierra. Este plato es una oda al lazo que une a nuestro país con el océano, a una historia rica en influencias culturales, a tradiciones que han perdurado por generaciones y a la fuerza de ingredientes icónicos, cuidadosamente seleccionados.
Hay pocos platillos que despierten tanto cariño y representen tan bien la identidad local como el ceviche: ligero, pero lleno de sabor, refrescante y profundamente reconfortante. Si bien suele relacionarse con Perú, Costa Rica ha sabido adoptarlo y lo ha hecho parte de su alma culinaria.
Nuestra versión, conocida cariñosamente como ceviche tico, refleja una larga tradición de preparar mariscos frescos con cítricos y hierbas. Esta forma de “cocinar” —donde el ácido del cítrico desnaturaliza el pescado— tiene raíces tanto en prácticas indígenas como en influencias coloniales, y sigue evolucionando junto con la escena gastronómica costarricense.
Una tradición milenaria, reinterpretada por generaciones
La historia se ha encargado de borrar el origen exacto del ceviche —ni siquiera hay consenso sobre su lugar de nacimiento—, pero lo que sí sabemos es que sus múltiples versiones se remontan a miles de años atrás.
Según algunos historiadores, las primeras formas del ceviche surgieron en culturas preincaicas de Sudamérica, que utilizaban jugo de tumbo —una fruta de la familia del maracuyá— para marinar pescado crudo. Otros estudios señalan a los polinesios, quienes también tienen una larga tradición en el uso de marinados, y que podrían haber llegado a Perú en tiempos precolombinos. Algunas hipótesis afirman que la palabra ceviche proviene de sikbaj, un vocablo árabe que hace referencia a carne cocida en vinagre. Y otras versiones afirman que, en el siglo XVI, cocineros esclavizados de origen morisco que viajaban en barcos españoles introdujeron influencias del norte de África a través del sei-vech, un platillo de pescado o carne marinado en limón.
Puede que la verdad resida en una de estas teorías, o en la combinación de varias. Lo cierto es que, en las Américas, el comercio y la colonización marcaron el inicio de la transformación del ceviche. Los conquistadores españoles trajeron consigo cebolla, ajo y cítricos, tres ingredientes que hoy son fundamentales en muchas recetas de ceviche, y el platillo fue adquiriendo el perfil de sabor que tanto apreciamos en la actualidad.
Independientemente de su raíz etimológica, el ceviche ha evolucionado hasta convertirse en un emblema cultural y un clásico de la cocina tradicional, moldeado en cada país según sus productos locales. En Costa Rica, esta versión se nutre generosamente de la riqueza marina del Pacífico y el Caribe, y se enriquece con ingredientes como el culantro coyote (Eryngium foetidum), una hierba silvestre de sabor más profundo y terroso que el cilantro convencional.
¿Qué hace único al ceviche tico?
Aunque las recetas pueden variar, los elementos esenciales se mantienen. Un pescado blanco y firme, que en Costa Rica suele ser la corvina, curado en cítricos locales como el limón ácido o una variedad de mandarina agria. Una base aromática similar al mirepoix francés, hecha con cebolla, chile dulce y apio. Y un toque final de culantro coyote junto con otras hierbas locales.
La magia del ceviche no radica en su complejidad, sino en su equilibrio: una acidez vibrante, un sabor puro que evoca el mar y una profundidad herbácea que lo completa. ¡Sencillamente perfecto!
En el Hotel Ocotea Boutique, al igual que en muchas cocinas de Costa Rica, es común encontrar detalles sutiles que elevan el ceviche y lo distinguen, sin alterar su esencia. Un toque de jugo de limón mandarina puede añadir una nota dulce natural, o un alioli de concha aporta una riqueza suave que intensifica el sabor.
¿Te gustaría disfrutar de un pedacito de Costa Rica en casa? Aprende a preparar algunos platillos típicos en nuestra clase de cocina costarricense. Luego disfruta de tus creaciones en compañía de nuevos amigos y del sabor auténtico de nuestra cultura.
O, si prefieres disfrutar sin cocinar, visita Nectandra, el restaurante del Hotel Ocotea, donde ese equilibrio entre frescura e innovación es la inspiración detrás de nuestra versión del ceviche. Un plato que honra sus raíces y celebra la creatividad de la cocina costarricense contemporánea.
Un platillo arraigado en la cultura cotidiana
El ceviche tico forma parte de la cotidianidad. No solo está presente en celebraciones especiales, puede aparecer en una mesa rústica junto a la carretera, en una manta sobre la arena o en un plato cuidadosamente emplatado. Y en todas sus formas, es una muestra de lo que hace única a la cocina costarricense.
Para muchos de nosotros, también es un abrazo al paladar. Se disfruta después de una caminata por el bosque o con una bebida al atardecer, ya sea cerveza, cóctel o refresco. Es lo que se cocina cuando el mar ha sido generoso y el día invita a quedarse afuera. Suficientemente ligero para el almuerzo, pero con la intensidad perfecta para una cena, su sabor lo convierte en protagonista sin esfuerzo.
En el Hotel Ocotea valoramos esta dualidad. Nuestro ceviche honra las tradiciones transmitidas de generación en generación, al tiempo que incorpora nuestra sutil interpretación: un reflejo de la tierra, el océano y los sabores que marcan nuestras raíces y estaciones.
El sabor de Costa Rica donde quiera que estés
El ceviche es conexión, un lazo con el mar, con la historia y con tu recuerdo de Costa Rica. No importa si recién volviste o si han pasado años desde que disfrutaste un ceviche tico, siempre puedes preparar tu propia versión en casa.
Lo hermoso de esta experiencia es que harás lo que siempre hemos hecho: apoyarte en tradiciones arraigadas, pero adaptarlas a tus raíces, a tu hogar y a los ingredientes locales que tienes a mano. Ligero, cítrico y lleno de textura, el objetivo es crear un plato que transmita frescura y equilibrio. Para inspirarte, compartimos una versión basada en el ceviche de la casa de Nectandra, elevado con ingredientes locales y una elegancia atemporal.
Receta del ceviche tico
Ingredientes
- 450 gramos de pescado blanco fresco y firme, como corvina, cortado en cubos pequeños y parejos.
- ½ taza de jugo cítrico fresco (limón o lima), en cantidad suficiente para “bañar” el pescado.
- 1 cebolla blanca o morada, cortada en láminas finas.
- 2 pimientos dulces pequeños, finamente picados.
- Un puñado de hierbas frescas picadas, idealmente apio y culantro coyote o cilantro, si están disponibles en tu zona; cualquier hierba fresca que complemente bien los mariscos funcionará.
- Una pizca de sal marina.
- Para darle un toque local: ¼ de taza de jugo de naranja (para imitar el sabor de los limones mandarinos), un chorrito de ginger ale o soda, unas gotas de salsa picante, una cucharadita de kétchup o mayonesa (¡un favorito muy costarricense!) o un toque de alioli casero.
Preparación
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Marina el pescado. En un recipiente de vidrio o cerámica, cubre completamente los cubos de pescado con el jugo cítrico. La acidez se encargará de “cocerlo” suavemente en unos 20 a 30 minutos. Sabrás que está listo cuando la carne esté completamente opaca y cada trozo se sienta firme al tacto.
- Incorpora el sabor. Una vez que el pescado esté marinado, añade la cebolla, el pimiento dulce y las hierbas frescas picadas. Mezcla con suavidad: este plato es delicado y una mano ligera ayuda a conservar su textura tierna.
- Sazona al gusto. Agrega una pizca de sal y, si lo deseas, alguno de los toques regionales que mencionamos antes: un poco de jugo de naranja, unas gotas de salsa picante, una cucharada de ginger ale (o soda, si prefieres menos dulzor) o un toque de alioli. También puedes dividir el ceviche en porciones pequeñas y probar diferentes versiones; ¡cada quien tiene su favorita!
- Sirve y disfruta. El ceviche se disfruta mejor al instante, idealmente en una terraza sombreada, acompañado de algo crujiente, como galletas saladas o chips de plátano y, por supuesto, ¡buena compañía!
Saborea el momento mientras estás aquí
Si este recorrido por el ceviche despertó tu apetito, ten la certeza de que en el Hotel Ocotea Boutique la comida fresca y auténtica están siempre al alcance.
Si estás de visita, no tengas miedo de probar algo nuevo, como el auténtico y especial ceviche tico. Tampoco dudes en pedir recomendaciones de otros platos. Anímate a probar la especialidad de la casa y sumérgete en la riqueza de sabores que define la gastronomía costarricense.
Dondequiera que te encuentres, deseamos que vivas la experiencia de saborear un auténtico ceviche tico. Tal vez sea con nosotros en Ocotea, en algún rincón del camino costarricense, o recreándolo en casa. Lo importante es que, al hacerlo, brindes por Costa Rica, por sus raíces precolombinas y por el valioso intercambio de culturas. Porque sin ellos, el ceviche no sería lo que es hoy, una auténtica delicia. ¡Provecho!